sábado, 27 de diciembre de 2008




Hace dos años que no viajo a los campamentos de refugiados Saharauis en Tindouf, (Argelia), hoy no explicare nada sobre mis amigos saharauis, ni pondré a parir al gobierno español o marroquí u a otros, hoy quiero hablar de personas, que trabajan, que luchan, que se sacrifican por sus semejantes, que dedican su tiempo de cuidado de sus hijos a otros hijos, el de sus abuelos a otros abuelos, el de sus enfermos a otros enfermos, quiero hablar de mis amigas, Paqui e Isabel, mujeres con personalidad, valientes, fuertes y sobre todo corazón mucho corazón.
Hace bastantes años en pleno desierto del Sahara, en un autobús destartalado, vidrios rotos y asientos inexistentes, Isabel me explico el porque ella estaba trabajando por el reconocimiento de los derechos del pueblo saharaui, desde entonces estoy trabajando con ellas en esa lucha difícil, a veces desagradecida, sin reconocimientos, con recordatorios de quien paga, con muchos sinsabores, pero con otros premios; las sonrisas de nuestros niños de la Tarbia ( guardería) a los que ayudamos en su manutención y su aprendizaje, para dar el paso siguiente, que es ir a la madrasa (escuela), el agradecimiento de los ancianos y sus familias de la Daría de Daora (pueblo) por las ayudas que ofrecemos a estos ancianos necesitados de medios para afrontar su edad avanzada y que por las condiciones de refugiados, sus familias no pueden darles, por las mujeres que pueden trabajar, con la ayuda que aportamos en el taller y la futura escuela de aprendizaje para mujeres jóvenes, la aportación de medicinas y material sanitario que tanto ayuda a una población sin medios, el reconocimiento de nuestro trabajo por las autoridades locales de la Daría.
Durante estos dos años, he tenido muchos momentos de moral muy baja, mis problemas de salud podían más que mi corazón, pero el ejemplo de mi compañera Paqui ha conseguido que aprenda a aguantar los envites de la vida y seguir adelante.
Siempre he tenido en mucha consideración a las mujeres con coraje e ideas claras, ellas son un ejemplo atener en cuenta y modelo para muchas otras personas, por eso hoy quiero agradecerles su trabajo y darles las gracias.

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